martes, 7 de agosto de 2012

HISTORIA DEL FAMOSO CARTEL DE HOLLYWOOD


Cuando vemos el famoso Cartel de Hollywood, en la ciudad de Los Angeles, California, lo primero que pensamos es en el mundo del cine. Pero lejos de lo que imaginemos, su origen nada tiene que ver con la pantalla grande, ya que el primer estudio cinematográfico nació en 1911 y las letras no se instalaron sino hasta 1923.
Las letras del cartel (que miden mas de trece metros de altura) fueron ubicadas por una empresa de bienes raíces que tenía intención de vender lotes en esa colina. La idea fue de la mujer de un promotor de inmuebles.
El nombre proviene de las palabras inglesas “holly” (acebo: arbusto silvestre de hojas perennes, brillantes, duras y espinosas, con flores pequeñas y blancas y fruto en forma de pequeñas bolas rojas.) y “wood” (bosque), pero en un principio decía “Hollywoodland”. Años mas tarde la industria del cine lo convirtió en un cartel conocido mundialmente, reconocido como icono de las estrellas y del cine. Luego de la quiebra de la empresa de bienes raíces, el letrero tuvo cambios, quitándole las últimas letras y dejando solo “Hollywood“.


En un principio las letras hacían de soporte a 4.000 bombillas que se encendían por la noche, pero tras el fracaso de la venta de parcelas por diversas causas —entre las que se encontraba la oposición municipal— se abandonó el letrero y su mantenimiento. Así que en 1940, la Cámara de Comercio de Hollywood decidió hacerse cargo del cartel que se había deteriorado y en 1949 eliminó las bombillas y las últimas cuatro letras y le dio unas generosas capas de pintura. Ahora se leía Hollywood y se había convertido en mural propagandístico de la capital del séptimo arte.
En 1973 fue declarado Monumento cultural histórico y en 1978 una nueva versión del letrero sustituyó al destartalado original, que fue vendido por la Cámara de Comercio de Hollywood a Hank Berger, un promotor de nightclubs, que pagó 10.000 dólares por él.
Para la construcción del nuevo emblema, Hugh Hefner —fundador de la revista Playboy— realizó una fiesta en la mansión de las conejitas para recaudar fondos. En dicho evento cada uno de los patrocinadores asumió el coste de una letra mediante subasta. Estas nuevas letras son más consistentes, de menor altura y casi un metro más anchas.
Los antiguos caracteres estuvieron olvidados hasta que, en 2003, Dan Bliss se hizo con ellas para venderlas de nuevo a través de Internet. Se subastaron en eBay a finales del 2005, con un precio de salida de 300.000 dólares.
El cartel fue diseñado por Thomas Fisk y costó inicialmente 21.000 dólares.

Aunque el letrero puede encerrar diferentes historias, una de las más macabras, es la que le diera la actriz Peg Entwistle, al subir a la altura de la letra “H” y lanzarse al abismo, suicidándose así, por sus ínfimos logros en el cine y su trabajo. 

Investigación Gustavo Taormina

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