martes, 7 de agosto de 2012

ROMULO MANGINI Y EL AGUA TONICA PASO DE LOS TOROS. UNA HISTORIA DULCE Y AMARGA

“Todo comenzó una tranquila tarde de pueblo con un desafío. Después, Rómulo Mangini intentó conseguir la fórmula durante uno o quizá dos años. Al fin lo logró y su invento fue un éxito. Desde entonces, millones de personas han gastado millones en comprar millones de litros del agua tónica de Mangini. Un agua dulce y amarga, como su historia.”

Paso de los Toros es una ciudad ubicada en el centro geográfico de Uruguay, perteneciente al departamento de Tacuarembó y ubicada sobre la ribera norte del Río Negro, donde vivían baqueanos que ayudaban a las carretas y a las tropas a cruzar el río, muy peligroso cuando la corriente era grande. Por su valor personal y fuerza, estos baquianos se los llamaban “Hombres Toros”. Así explica Pedro Armúa, en su Historia de Paso de los Toros. Actualmente es la segunda ciudad con mayor población en el departamento, luego de la ciudad de Tacuarembó, y fue fundada el 17 de Julio de 1903.
Hubo un tiempo en que la fábrica fue el orgullo y el motor del pueblo: allí trabajaron casi cien personas. Hoy la fábrica no existe, el agua tónica es propiedad de Pepsi Cola (Pepsico Inc., Nueva York) y en Paso de los Toros lo único que queda es un cartel despintado al borde de la carretera que tiene el logotipo del agua tónica y dice: "Aquí nació Paso de los Toros".

Rómulo Mangini nació en Montevideo en 1883. En un escrito nunca publicado, su pariente también fallecido, Julio Monestier recuerda que Mangini estudió química y que se destacó en la lucha grecorromana, "actividad ésta que le valió medallas de oro y plata en 1919 y 1917 en torneos patrocinados por los clubes La Razón y L 'Avenir".
En 1924 Mangini, había llegado a Paso de los Toros para trabajar en el comercio de la familia de su esposa, instaló una pequeña fábrica de soda. Un año después la amplió y comenzó a fabricar el jabón Terú Terú, y en 1926 incorporó a su producción refrescos con gustos de frutas. Aunque aún hoy en Paso de los toros se recuerda el dulce sabor de la Manzanal, solo uno de aquellos productos sobrevivió y se hizo verdaderamente famoso.
 
Ya en Paso de los Toros, convertido en próspero industrial, dos veces Mangini fue desafiado a volver a luchar. Ambas peleas fueron empatadas.
Pero su mayor desafío se lo adjudicó a un inglés llegado al pueblo de la mano del ferrocarril. Se llamaba Jorge Jones y era "un amante de la buena vida y exquisito bebedor", relata Pedro Armúa, agregando que Jones además llevó el primer automóvil a Paso de los Toros y también la primera pelota de fútbol.

Por entonces, la tónica más consumida en Uruguay era la Bull Dog, importada de Inglaterra. Una de las tantas tardes en que Mangini y Jones coincidieron en el club 25 de Agosto, el inglés desafió al uruguayo: ¿por qué no fabricaba un agua tónica tan buena como la inglesa?
Mangini respondió que no sabía la fórmula y Jones le contestó que él conocía los ingredientes, pero no las proporciones. Allí mismo, Jones le dijo a Rómulo  cuáles eran los componentes. Pocos días después Mangini hizo su primer intento y se lo dio a probar al inglés.
Así pasaron los meses, probando la fórmula uno, probando su sabor el otro.
Un folleto editado por Pepsi en 1992, escrito por su ex funcionario Carlos Pijuán, relata que Mangini "se sumergió en una febril búsqueda de hierbas silvestres y frutas. Ninguna se salva de ser exprimida, diluida, mezclada. Agita, deja reposar, prepara fuego con leña, calienta el brebaje, lo enfría, y con él concurre al club una y otra vez durante dos años”.
Julio Monestier, un familiar de Mangini recientemente fallecido, cuenta en un escrito inédito que esos "largos meses de tanteos y experimentos tuvieron al final su recompensa" el día que Jones sentenció: "Esta es verdaderamente el agua tónica inglesa”.
Apenas Jones dio el visto bueno, Mangini comenzó a fabricar el agua tónica.

Las fuentes no coinciden respecto a la fecha de inicio de la producción, se sabe que fue en los años 20. Su primer nombre fue "Príncipe de Gales". La calidad del paladar de Jones fue ratificada por el público: la nueva bebida fue un éxito en el pueblo. Luego su fama llegó a Durazno. Los pedidos crecieron de tal modo que pronto Mangini dejó de fabricar jabón y se concentró en las bebidas, sobre todo en la tónica. Con el paso del tiempo y viendo que la fama de su agua seguía creciendo, le cambió el nombre para homenajear al pueblo clónele la había creado: Paso de los Toros.

En la pizzería 18 de julio, en Paso de los Toros, todavía conservan tres de aquellas primeras botellitas, que cada día eran más requeridas. En 1946 ya se vendían en la capital. "Mi padre le llevaba un camioncito chico por semana a un tal Sanguinetti que empezó a distribuir la tónica en Montevideo", relató Paladino. Aquello del camioncito chico una vez por semana "habrá durado seis meses " porque los montevideanos cada vez pedían más y hubo que multiplicar los envíos.

Pero el éxito comenzó a generarle un problema a Mangini: su fábrica no daba abasto y él carecía del capital necesario para ampliarla.
"Un día a Rómulo se le ocurrió ofrecerle a unos baristas grandes de Montevideo hacerse accionistas", continuó Paladino.
Mangini le propuso a Sanguinetti que lo ayudara a conseguir el apoyo de esos comerciantes. Pero, recordó Paladino, el distribuidor montevideano le respondió a Mangini: "Con esas agüitas sucias no vas a hacer mucho".
Consiguió los capitales en 1947. Dos acaudalados hombres de Durazno, Frank Marshall y Adolfo Caors, se asociaron con Mangini para fundar la Sociedad Anónima Agua Tónica Paso de los Toros.
Además, se pusieron en venta acciones en el pueblo, a diez pesos cada una. "De inmediato se instaló en el viejo local una moderna máquina que, aumentó en forma extraordinaria la producción", explica Armúa en su libro.

"En 1947 ya usábamos cuatro camiones para llevar el agua tónica a Montevideo y cada uno hacía tres viajes por semana. En verano, recuerda Paladino, no dábamos abasto. Yo llegué a hacer un viaje por día. Cada vez llevábamos más".

Mautone es uno de los pocos ex empleados de Mangini que sobrevive. Tiene 81 años, diez hijos, más de 60 nietos, ocho bisnietos y un hogar muy modesto ubicado donde la avenida 18 de Julio, la principal de Paso de los Toros, comienza a transformarse en campo. Cuando habla del agua tónica, los ojos le brillan. "Si usted estaba engripado o se sentía mal, se tomaba una y un mejoral y ¡usted volaba!".

Mangini solo confió su fórmula a su empleado de mayor confianza: Vignoly.
"Había un altillo donde se preparaba la esencia, pero solo subían él y Vignoly. Mi papá sabía hacerla Manzanel, que era tan rica, pero el agua, tónica nunca supo", relató Raquel Torres que cuando niña se paseaba entre las máquinas de la fábrica porque su padre era uno de los empleados más antiguos.
Mautone recuerda que "cuando Vignoly terminaba de preparar un jarabe, le haría una seña y el Viejo subía al altillo y probaba. El Viejo siempre tenía que dar el visto bueno".
Sin embargo, había un ingrediente que todos conocían; rayadura de cáscara de naranja.
"Contrataban mujeres para rayar naranja. Las rayaban a mano, con rayadores parecidos a los de cocina. Usaban solo la cáscara y regalaban las naranjas peladas; todo el pueblo comía naranjas gratis", explicó Torres.
Torres no tiene muy buen recuerdo de Mangini. "Tenía mal carácter. Cuando le pedían dinero decía: 'Los pobres tienen que comer polenta y porotos'".
Para Mautone, Rómulo era un jefe duro pero noble: "Como todo el personal, pasé muchos malos ahí, porque trabajé como 20 o 21 años y el Viejo, como todo patrón, tenía sus cosas. Pero cuando precisé, siempre, estuvo puesto".
"¿Sabe cuál era el sistema que tenía para retarnos?", pregunta sentado en una de las dos únicas sillas de su pieza. "Cuando se enojaba empezaba a bajar la escalera, y a medida que se acercaba iba apagando todas las maquinas. Cada paso que se acercaba, más silencio se hacía. Cuando había apagado todo, ahí nos empezaba a retar. Nos gritaba, pero nadie le contestaba. ¡Quién le iba a contestar! ¡Si pesaba como 200 kilos y había sido campeón de lucha grecorromana! Gritaba: 'Si hay algún hijo de una gran puta que me quiera pelear, ¡le pago para que me pelee! Era bravo, pero de buen corazón”.
El 17 de julio de 1948 el periódico isabelino La Idea homenajeó a Mangini y "a la consagrada y recomendada Agua Tónica, conocida y apreciada, no solo por su exquisito sabor sino también por sus condiciones medicinales".
"En honor a la verdad, se decía, es la única fábrica que funciona en esta villa, y que merced al esfuerzo incesante de su gestor y director-técnico, ha llegado a un grado de perfeccionamiento y actividad, que ya no solo es reconocida en este centro de la República, sí que también en el litoral, playas del Este y en la misma metrópoli".
José Pedro Álvarez, hoy de 66 años, recuerda que fue empleado por la fábrica en 1949: "Las máquinas no daban abasto, trabajábamos fuerte de día y de noche, en tres tumos de siete horas".
Precisamente tal era el crecimiento de la demanda en la metrópoli, que a principios de los años 50 Mangini y sus socios instalaron una segunda fábrica, en la avenida Millán, en Montevideo.

“Un día llegaron a Paso de los Toros unos representantes de Pepsi Cola y comenzaron a ofrecer dinero por las acciones de la fábrica", recuerda hoy Armúa. "¡Mucha gente las tenía olvidadas en los roperos! Fue un revuelo, todo el mundo buscando. Pepsi las pagaba muy bien y todos las vendieron locos de la vida”.
Pepsi se dedicó, paso a paso, socio a socio, a conseguir la mayoría de la empresa y lo logró el 14 de febrero de 1955. Con la mayoría también consiguió la fórmula secreta.
Aquello fue duro para Mangini. "Demasiado pronto, el capital accionario del presidente quedó en minoría. El viejo luchador sintió hondamente, que la empresa de toda su vida ya no era 'su empresa"', escribió Monestier.

Poco después, el 19 de enero de 1957, Mangini murió.

“Murió el Viejo v todo cambió", opinó Mautone. EI ex empleado recordó que todas las bebidas "las hacíamos con agua comente, pero la soda y la tónica se hacían con agua de un pozo que estaba en la misma fábrica. La tónica nunca fue la misma, porque el secreto  era el agua de ese pozo. Ahora es agua dulce nomás".

Todos los que vieron la tónica de Mangini, concuerdan en que tenía reflejos azules.
"Era azulada. Uno la ponía a contraluz y veía el tornasol que formaba el aceite, que llevaba, extraído de la cáscara de la naranja. La de antes le sacaba el dolor de estomago como si fuera un medicamento. Ahora es todo hecho en base a productos químicos. Nunca va a ser igual", dijo el ex empleado Álvarez.

Después de la muerte de Mangini, Pepsi cerró la fábrica de Pasos de los Toros.

Los socios, Rómulo Manzini y Jorge (George) Jones quedaron para siempre asociados por el éxito del agua tónica Paso de los Toros.

La Fórmula: La tónica Paso de los Toros fabricada en Uruguay tiene los siguientes ingredientes, según su etiqueta: agua carbonatada, azúcar, saborizantes, quinina y  quasia amara.
El agua tónica fabricada en Argentina tiene ingredientes no exactamente iguales: agua carbonatada, azúcar, acidulante INS-330, extracto de naranja, quinina y quasia.
El agua tónica nació en el siglo XVII, cuando comenzó a mezclarse quinina con agua para conseguir bajar la fiebre. La bebida comenzó a hacerse popular en el siglo XVIIl en Inglaterra.
La quinina es uno de los alcaloides que se extrae de la quina, "ingerida a pequeñas dosis estimula el sistema nervioso y hace más lento el pulso. A dosis mayores congestiona el cerebro, disminuye la excitabilidad refleja de la médula espinal y baja la fiebre. Su principal aplicación es contra el paludismo (malaria), como antipirético y tónico".

Fuente: Artículo en la Revista Galería del Periódico "Búsqueda" -  23, Agosto, 1996
PUBLICIDAD "ARROLLA LA SED, PASO DE LOS TOROS" (1992)  
Investigación Gustavo Taormina

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